Fracciones

En el 2007  la  Reserva Federal  comenzó a bajar las tasas de interés y el gobierno estableció una política para convertirnos a todos en propietarios de vivienda. Se eliminaron o ignoraron las regulaciones que estaban vigentes para otorgar hipotecas. Esto estimulo la demanda de viviendas. Los constructores no daban abasto, los corredores de hipotecas y de bienes raíces hacían fortunas de la noche a la mañana. Los bancos y los corredores de bolsa recibían grandes comisiones. El único problema era que cada aumento en el precio de la propiedad reducía el numero de personas que calificaban para una hipoteca. Los participantes en este banquete respondieron ofreciendo hipotecas con tasa de interés al 1%, sin tener que demostrar la habilidad d pode pagar y con un aumento irracional en la cuota mensual en tres o cinco años.

Los compradores tomaron el riesgo de aceptar una hipoteca que no podrían pagar pensando que el valor de la propiedad continuaría subiendo. Los mercados financieros, por su parte, tenia un apetito insaciable de hipotecas y solo les interesaba crear nuevas hipotecas sin mirar al futuro.

Wall Street había descubierto que, sin regulaciones bancarias, podían fraccionar las hipotecas, vender las fracciones y cobrar por una póliza de seguro contra la ejecución hipotecaria. En realidad no era una póliza de seguro ni se describía como tal para evitar el escrutinio de los reguladores de la industria de aseguaracion. El instrumento era una promesa de cambiar una fracción de la hipoteca por otra en caso de ejecución bancaria. Al establecerse este mercado solo quedaba el crear la mayor cantidad de hipotecas posibles que fraccionar.  Los bancos y las grandes empresas financieras en el mundo entero compraron las fracciones de las hipotecas y las pólizas de seguro que las acompañaban. Las agencias que verifican créditos y analizan la calidad de los instrumentos financieros de inversion consideraron  que las fracciones de hipotecas eran una excelente inversion.

Se vendieron trillones de dolares en fracciones de hipotecas y pólizas (credit default swaps). Hasta el día de hoy nadie sabe donde fue a parar el dinero de esas ventas. Peor, nadie quiere hablar de eso porque todas esas obligaciones que se vendieron están pendientes y no han sido consideradas públicamente en los programas de rescate bancario.

Los propietarios que habían visto sus casas subir de valor considerablemente aprovecharon que los bancos les facilitaban lineas de crédito contra la plusvalía de la propiedad para comprar un auto, pagar deudas o simplemente tomarse unas vacaciones memorables.

A pesar de todos los esfuerzos para crear nuevas hipotecas el numero de compradores comenzó a mermar, los aumentos en los pagos hipotecarios entraron en vigor causando que los pagos mensuales se incrementaran al doble o el triple y los trabajos comenzaron a escarcear.

Los inversionistas a través del mundo vieron sus aparentemente seguras inversiones en bienes raíces en  EE.UU., desparecer. Los bancos que administraban la venta de las fracciones hipotecarias no tenían mas fuentes de ingreso. Los corredores de hipotecas y de bienes raíces vieron el fin del banquete. Los dueños de propiedades de inversion perdieron todo y los propietarios que vivían en sus casas comenzaron a enfrentarse a ejecuciones hipotecarias. La propiedades comenzaron a perder valor precipitosamente. La crisis financiera mayor de la historia había comenzado.

Hoy nos encontramos todavía en el principio de la crisis. El valor de las propiedades no ha tocado fondo. El numero de ejecuciones bancarias de doblara en el 2009 y el desempleo aumentara a cifras nunca antes vistas. La nación esta endeudada 800 veces el producto bruto y seguimos gastando como si no hubiera ningún problema.

Seria formidable si alguien preguntara a donde fue a parar el dinero de las ventas, cuanto en realidad estamos endeudados, a quien se debe encausar por esta debacle. Las respuestas a esa preguntas nos darían una base solida para comenzar a resolver la presente situación. No podemos resolver el problema si no sabemos quien y que lo causo y a donde fue a parar el dinero.

José R. Uzal (uzal@msn.com) escribe para el Latino Semanal., en West Palm Beach FL, sobre temas de interés para los hispanos parlantes. 561-310-5333

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