El síndrome

Hace más de treinta siglos, según relata el poeta griego Homero en “La Odisea”, el guerrero Ulises embarcó hacia su hogar en la isla de Ítaca tras la batalla de Troya. Vagó durante diez años por las costas del mar Mediterráneo. La historia de Ulises es una metáfora de lo difícil que es abandonar la tierra natal y lo duro que es regresar a ella. Es el síndrome de Ulises.

Según el psicólogo  colombiano residente en Europa Álvaro Zuleta, “el síndrome de Ulises es un estado de indefinición y de angustia mediante el cual el individuo no logra establecer exactamente en qué lugar se encuentra, si está en su país de origen o en el país de acogida”. Se trata de un trauma psicológico “que impide tomar decisiones de futuro y que imposibilita la ubicación real en el sitio al que se ha llegado”.

El  ‘Síndrome de Ulises’ se caracteriza por el estrés crónico y múltiple que padece el inmigrante al tratar de adaptarse en su nuevo país. Es una situación de estrés limitado producido por varios factores. La soledad, al no poder traer a su familia; fracaso, al no tener posibilidad de participar en el mercado laboral; miedo, que el que los emplea los vaya a delatar para no pagarles y agotamiento, por la pelea cotidiana contra esos dos mundos que parecen apostar por su fracaso y sufrimiento, por un supuesto daño irreparable, que se le ha hecho a alguien que quedó atrás. Los indocumentados viven tristes por la pérdida de su status social, la nostalgia por los amigos y la cultura que quedaron en el hogar. Quieren vivir aquí pero añoran allá. Es la incertidumbre de no saber dónde estarán mejor”.

Según el psicólogo Zuleta el que padece de Ulises no tiene ideas suicidas y no es apático. El individuo continúa emprendiendo proyectos, mientras van cayendo las lágrimas. El síndrome de Ulises, es un nombre nuevo a una aflicción tan antigua  como el hombre. A lo largo de toda la historia de la Humanidad han existido migraciones. Cada indocumentado sufre a Ulises en un diferente grado y lo supera de manera individual.  “La gente viene con un nivel de sueños elevadísimo”, expone Zuleta. En su opinión, los medios de comunicación transmiten una visión llamativa sobre los países ricos y quienes emigran en busca de esa quimera, pronto descubren los abusos, la explotación, la soledad y el rechazo de la sociedad que los utiliza pero los desprecia.

Cuando llegan al nuevo país tratan de rodearse de las mismas cosas que tenían en su tierra. Se sienten cobijado por la gente de su misma patria. Otra característica del síndrome es rechazar los cambios ocurridos en el país de origen cuando se regresa. Zuleta explica que la actitud del inmigrante en el país de destino también puede ser muy desigual. “Hay quienes reniegan de su historia anterior y cambian radicalmente intentando camuflarse en la nueva realidad. Sin embargo, la mayoría viven el proceso opuesto: exageran sus rasgos nacionales e ignoran las costumbres autóctonas.”

Este psicólogo también cree que la solución resta en promulgar buenas políticas de integración. En su opinión, la intervención cultural suele reducirse simplemente a encuentros gastronómicos y de danzas del mundo: “Hay que superar la parte folclórica y darse cuenta de que los países son otra cosa”.

Para Zuleta, en Europa se concibe al inmigrante sólo como trabajador: “Se ha creado un nuevo ejército de esclavos modernos”. Esa obsesión también es asumida por los mismos indocumentados, quienes a veces piensan que no merecen vacaciones, diversión, o  participar en política,  apoyar organizaciones o involucrarse en actividades culturales.

Los ciudadanos nativos pueden también ayudar apoyando el proceso del inmigrante: “Elevando su autoestima mediante el diálogo las relaciones de amistad y el afecto” explico el psicólogo. Para el, la clave está en “entender que el que viene de fuera percibe la realidad de una manera muy diferente de la que la percibe alguien que no ha salido de su país”. Gran parte de la cura del síndrome  descansa en los indocumentados los cuales también deben dar pasos de acercamiento para integrarse en la sociedad.

José R. Uzal (uzal@msn.com) escribe para el Latino Semanal., en West Palm Beach FL, sobre temas de interés para los hispanos parlantes.

Jun 18 2007 01:50 am | General | 2 Comm

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